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IMASA, ha firmado un acuerdo con el Instituto de formación en emergencias y cardioprotección, que hacen de nuestra empresa un lugar más confiable, seguro y eficaz, un lugar cardioprotegido.
Con la firma de este acuerdo, IMASA muestra su concienciación sobre la importancia de disponer de desfibriladores semiautomáticos en los lugares de trabajo.
Ante un paro cardiaco repentino los 5 primeros minutos son un factor crítico. Un lugar cardioprotegido significa tener acceso a un DEA en un máximo de 3 minutos. Para ello, ya desde el 2013, IMASA cuenta, en cada una de sus divisiones, con un Desfibrilador Externo Automático (DEA) y han sido impartidos, por personal sanitario, cursos de Soporte Vital Básico y Avanzado que acreditan a personal “no médico” para el uso del desfibrilador.
Cada año se producen en España más de 42.500 paradas cardiacas. Más de 24.500 suceden fuera de los hospitales, aspecto fundamental ya que, en la actualidad, solo una de cada 20 personas sobrevive a una parada cardíaca repentina cuando sucede fuera del hospital.
El tiempo es el mayor enemigo de la supervivencia en estos casos. En este sentido, un acceso rápido a la desfibrilación (única intervención eficaz que existe para tratar la parada cardiaca) podría aumentar las probabilidades de supervivencia en tres de cada cuatro casos de parada cardiaca repentina.
Por todo ello es imprescindible disponer de este equipo durante una parada cardiaca repentina y las personas alrededor deben de ejecutar la cadena de supervivencia.